Prólogo
Jorge Lanata
En este libro, Rodolfo Palacios verdaderamente entiende de que se
trata un reportaje. Un lento juego de seducción en la espera de que el
otro se equivoque, que se saque la ropa que no se iba a sacar, que se quede desnudo sin un espejo a mano. El diálogo-relato-encuentro entre Palacios y el mayor homicida múltiple de la Argentina es coreográfico:a veces el asesino es Palacios, otras Robledo, siempre ambos sufren como testigos, a veces uno lame las heridas del otro, siempre se desconfían, otras caen en sus propios precipicios. Palacios es audaz:escribe,décadas después,sobre un personaje que Soriano instaló como una cicatriz en la memoria colectiva. Sale airoso. Es fácil imaginarlo al Gordo Soriano masticando su habano, leyéndolo entretenido mientras murmura alguna cosa. Se animó, también, a hablar de un asesino que las nuevas generaciones desconocen. Los chicos saben, a lo sumo, de los tés con masas en lo de Yiya Murano. Nunca escucharon la historia del Ángel Negro, el chico del rizo dorado que mataba por la espalda con una sonrisa.Vale la pena abrir con él, esta puerta.
sábado, 29 de mayo de 2010
El Ángel negro- Rodolfo Palacios
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Felicitaciones, rodo! me alegro mucho de que lo hayas podido publicar tan rápido. Ya estoy ansiosa de leerlo.
ResponderEliminarBeso grande
Lu
Con ganas de leerlo!!!
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